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La policía reconoce la difícil realidad del narcotráfico en Galicia: “Estamos en una lucha de contención” | EL PAÍS

La reciente llegada de un tercer narcosubmarino a las costas gallegas pone de manifiesto el vasto arsenal que moviliza el narcotráfico en esta nueva era. La droga, que proviene casi exclusivamente de un único país productor (Colombia), circula por todo el planeta sin ningún control y emplea métodos altamente sofisticados y casi indetectables para las fuerzas del orden. En este negocio, cuya mano de obra se vuelve cada vez más cualificada y violenta, se presenta un escenario donde grupos mucho más combativos de Latinoamérica, países del Este y el norte de África dominan el mercado de la cocaína. La superproducción desmedida ha ocasionado una drástica caída en los precios, mientras que el narcotráfico gallego ve cómo pierde posiciones ante la inminente amenaza de ser desplazado por mafias, como las albanesas, en cuestión de años. “Somos conscientes de que esta guerra está perdida y que lo único que nos queda es enfrentar una interminable lucha por contener los alijos”, declara Emilio Rodríguez, jefe del Greco de la Brigada Central de Estupefacientes en Pontevedra.

El semisumergible nodriza de 20 metros de eslora acabó partido en dos y en el fondo de la ría de Camariñas (A Coruña) este jueves tras ser abandonado por la tripulación, que intentó hundirlo después de alijar el cargamento de al menos tres toneladas que traía. Supuestamente, procedía de un astillero de la desembocadura del río Orinoco, en la frontera entre Colombia y Venezuela, donde se construyen la mayoría de estas embarcaciones. La carga ya estaba a salvo de la policía cuando el barco fue descubierto por un pesquero que faenaba en la zona. Los narcos no han dejado más rastro que el barco semihundido, que se partió por la mitad cuando era reflotado, por lo que esta vez los investigadores parten de cero. “Los traficantes han triunfado una vez más”, admite Rodríguez.

El hallazgo encadena un año de operaciones policiales que ha tenido a las mafias albanesas como protagonistas. En solo un mes fueron incautados a grupos de este país 1.200 kilos de cocaína a bordo de un buque en el puerto de Vigo y una semana después caía otro cargamento de 1.100 kilos que estos traficantes fueron a recoger cerca de las islas Azores con una planeadora alquilada en las Rías Baixas, un hecho insólito en Galicia. Estas mismas bandas, un año antes, enviaron desde Ecuador, en medio de un contenedor de pescado congelado, 7,4 toneladas de cocaína, el mayor alijo apresado en la comunidad gallega y el tercero en España.